Todo esfuerzo por la paz es viable y debe llevarse a cabo

El profesor Nató – abogado, mediador, Doctor en Derecho y presidente del Centro Internacional para el Estudio de la Democracia y la Paz Social- realizó el “Taller de conflictos comunitarios y prácticas restaurativas”, junto a la profesora Marcela Le Roy, organizado por el Programa de Negociación de la Clínica Jurídica y el Diplomado de Gestión de Conflictos, de la Escuela de Derecho PUCV. Además, se refirió al conflicto israelí-palestino, vigente en estos momentos en todo el mundo.

En la ocasión, participaron alumnos y alumnas del mencionado diplomado PUCV y de la Universidad de Chile, quienes pudieron desarrollar varios aspectos en torno a la negociación, los conflictos y las buenas prácticas, además de resolver sus dudas con el especialista en una amena interacción.

Uno de los temas más presente en el taller fue el de la justicia y las prácticas restaurativas, explicando la diferencia entre ambos conceptos y enfatizando en la importancia de ellos en un mundo polarizado como el nuestro. Otro punto desarrollado, fue el de las micro prácticas versus las macros, es decir, los conflictos comunitarios y cómo evitar estos, benefician la paz social. En ambos conceptos, se puede encontrar una referencia a la actual guerra de Medio Oriente.

Conflicto en Medio Oriente

El mundo está atento al resurgimiento del conflicto israelí-palestino, el cual se visualiza más crudo que en ocasiones anteriores y con pocas luces de esperanza. Alejandro Nató, especialista en temas de conflictos y negociaciones, explica que “Medio oriente se está dando cuenta que todos los esfuerzos que se hicieron por la paz hasta ahora, fueron dados por tierra. Esto que acontece es repudiable, pero a la vez es un dolor enorme porque es el símbolo de una derrota en la correlación de fuerzas. Esto no implica que haya que bajar los brazos, pero sí demuestra hacia dónde se inclina la balanza”.

El profesor señala que en las carreras armamentísticas se busca la permanencia de la confrontación por intereses cruzados de raíces religiosas, geográficas, históricas, etc.: “se invierte mucho más para poder hacer la guerra, que para poder hacer la paz. Hay muchos más fondos para la carrera armamentística, que para una estructura de paz. Por eso yo planteo que hay que trabajar en múltiples niveles. Hay que predisponer infraestructura de paz en la sociedad civil, en los actores de gobierno, en movimientos sociales, en las escuelas, en agentes de socialización como la familia o la comunidad, los clubes de barrios y muchos otros”.

Con esto se refiere a capacitar a múltiples actores para que puedan llegar a tener instrumentos de acción para poder frenar los conflictos en una etapa temprana. Argumenta que se deben generar puentes de integración y túneles de comprensión, con el fomento de un enfoque dialógico y de negociación, para atender a tiempo las primeras acciones de fricción inicial, ya que luego es demasiado tarde.

“No puedo dejar de hacer mención de lo deleznable de las guerras existiendo tantos mecanismos e instrumentos institucionales a nivel internacional, como para contraponer esa lógica de guerra, entre ellas, la corte penal internacional, las instituciones de derechos humanos internacionales, naciones unidas y sus diferentes ámbitos, y muchos otros que debieran ser parte de estos esfuerzos internacionales porque son la infraestructura de paz para poder evitar que los escenarios bélicos existan. Pero pareciera ser que en la correlación de fuerzas todavía falta mucho por hacer” señala Nató.

Desde esta perspectiva, el profesor Nató ve necesario avanzar en lo micro para llegar a lo macro, es decir, polinizar en los campos de acción, tales como generar argumentos para los niños en pro de la cultura de buen trato, realizar mediación escolar, fomentar bienes comunes, trabajar con entidades socializadoras como entes educativos, culturales y deportivos, estar en los barrios para trabajar con actores sociales, ir a los diferentes estamentos de la sociedad, etc. “Es central atender los conflictos cuando dan su primera sintomatología porque ahí el conflicto no surge ni escala, por el contrario, se encausa y se inhibe”, finaliza.

Fuente: Facultad y Escuela de Derecho PUCV

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