En la sociedad actual no sólo hace falta más diálogo, sino que también es necesario más sensibilidad en diferentes actores de la vida institucional del andamiaje de los conflictos, me refiero a actores estatales, a actores sociales, con responsabilidad política, a directivos de escuelas; el conflicto va permeando distintos campos€, aseguró Alejandro Nató, mediador especialista en gestión de conflictos sociales que dictará hoy un taller organizado por la Defensoría del Pueblo.
€œLa ciudad y sus conflictos€ se llama la propuesta que se llevará a cabo hoy desde las 15.30 en el salón de Bomberos Voluntarios (Lamadrid 945) y en la que se brindarán mecanismos de prevención y de gestión, de manera gratuita y abierta a todo público.
En diálogo con Puntal, Nató comentó que €œen esta cultura del conflicto hay desigualdad y violencia, lo que genera una lógica en la que los actores deben tener mecanismos para poder abordar los conflictos desde un camino no institucionalizado, es decir, a través del diálogo o procesos colaborativos, de enfoques dialógicos, de mecanismos de gestión que sean apropiados€.
El especialista sostuvo que generalmente los conflictos sociales se judicializan, o se hacen acciones que generan reacciones más grandes. €œEsa acción posiciona a los actores con más violencia en el campo social urbano, por lo que esto tiene que ver con un sinnúmero de prácticas como las nuevas inmobiliarias, las territorializaciones, el exiguo espacio público que está siempre en discusión, las tensiones que se generan con la alteridad, las estigmatizaciones que se dan por los estereotipos con las consabidas discriminaciones€, dijo y completó: €œEs algo que tiene que ver con lo social y lo cultural, algo vinculado a la educación y a la política, por eso hay que dotar de herramientas a los actores que están cerca del conflicto en la vida urbana, una tarea que tiene que ver con la estructuración de un valor más relacionado a la convivencia que a la coexistencia€
– Esta responsabilidad no sólo recae en los funcionarios públicos, sino también en todos los actores que trabajan en territorio, por ejemplo desde las organizaciones sociales.
– Totalmente, es de todos los que tienen responsabilidad en la dirigencia de todo tipo, y que a la vez tienen capacidad y posibilidad de hacer cosas en los conflictos, tener participación activa, porque el conflicto como tal suele partir de un sistema de empoderamiento de los actores y sirve para posicionar a actores que sin conflicto no logran visibilidad, entonces se requiere de sensibilización de distintos referentes para poder procesarlo y asimilarlo en la cultura de la dinámica propia del conflicto. No sólo entran los actores de los movimientos sociales, sino que los agentes estatales, porque si van a judicializar o se posicionan fuerzas de seguridad ante el conflicto puede generarse más tensión.
Lo que tiene el mediador
– Además de la sensibilidad y la posibilidad de diálogo, ¿qué características debe tener ese mediador para encarar los conflictos?
– No debe ser autoritario, tener un perfil proactivo, ductilidad para lograr empatía con las partes y también ser líder sin ejercer ese liderazgo de modo muy ostensible. Debe tener compromiso social y un grado de conocimiento de cuáles son los aspectos que debe tener en cuenta para el análisis del conflicto. Al mismo tiempo, contar con las herramientas para trabajarlo.
– ¿Qué ocurre cuando no está interiorizado con la situación de las partes intervinientes?
– Mientras más conozca es mejor. Nosotros trabajamos con una acción sin daño; para minimizar los riesgos, es necesario conocer el contexto, si no se pueden generar más problemas. En la dinámica de un sistema comunicacional, sólo alcanza con saber mediar, pero en lo social, donde se dan prácticas de violencia o con tensiones, mientras más se conozca la realidad va a ser mejor. En el trabajo urbano se minimizan los riesgos si se conocen a los actores y la situación.
Nató destacó que es fundamental estar atento a la sintomatología de los conflictos que €œrequieren un grado de intervención, es algo a lo que los mediadores se preparan, para la prevención, el sistema de alerta temprana es preventiva, para que los conflictos no escalen con violencia€. Indicó, en tanto, que hay una cultura por la que se convoca a los mediadores cuando se desarrolla algún hecho trágico, €œpero hay etapas previas en las que se debería haber hecho algo, y con buenas herramientas hasta los propios dirigentes del barrio pueden hacerlo€, aseguró.
Finalmente, el especialista comentó que en el taller que se dictará en la jornada de hoy se avanzará en herramientas para trabajar en la alerta temprana y para encarar a tiempo los conflictos en el trabajo social. €œActualmente hay situaciones de conflicto en los barrios que son consideradas como €œmenores€ y en realidad para la gente son importantes, porque tienen una carga emocional muy grande y pueden llegar a mayores, no se le da el grado de importancia que pueden llegar a tener€, completó Nató.
Luis Schlossberg