El libro escrito por Liliana Carbajal y Alejandro Nató titulado: “Conflictos en la ciudad y en el territorio. Perspectivas y abordajes en escenarios intensos” que recientemente publicó la editorial EUDEBA, es un aporte significativo al campo de la gestión de conflictos con foco en lo social.
Los autores van más allá de la mediación comunitaria y dan cuenta del contexto en el que se posicionan los conflictos sociales partiendo de las transformaciones en los planos económico, social, cultural, político y territorial de las últimas décadas que describen la modificación de muchos de los paradigmas y certezas que constituían los ámbitos de sociabilidad. En su lectura se podrán vislumbrar la intención de descifrar cambios que determinan un nuevo escenario con viejas y nuevas conflictividades de distinta intensidad y cualidad.
En los tres capítulos del libro se puede recorrer los desafíos políticos sociales y culturales de la conflictividad social urbana y territorial atravesados por violencias y desigualdades múltiples; diferentes miradas a partir de experiencias concretas de investigaciones (lecturas de conflictos emblemáticos y de procesos integrales) e intervenciones de los propios autores y sus respectivos aprendizajes.
En la lectura de conflictos se toma en cuenta una investigación que realizaron Liliana y Alejandro desde el Observatorio de conflictividad social, instituido por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, de los casos emblemáticos del “Parque Indoamericano” y el conflicto de “Las Pasteras”.
A su vez, en los procesos integrales se tuvo presente el “Programa de Apoyo y acompañamiento al proceso de transición de modelo democrático en Bolivia: Promoviendo el cambio en Paz”; la “transformación social urbana de la ciudad de Medellín” y la “Cuenca Riachuelo-Matanza”. También, se analizan intervenciones en ámbito de salud en la provincia de Santa Fe; en el “Barrio Il Guetto de la ciudad de Génova, Italia” y “urbanización de las villas en la ciudad de Buenos Aires”.
Los autores cuestionan críticamente las intervenciones en las que se suele ser funcionales a los actores de poder como espacio de validación institucional y se sostiene, de ese modo, el statu quo. Asimismo, caracterizan políticamente los procesos e intervenciones en el escenario social urbano y territorial, donde hacen saber que: “Las intervenciones nunca, para bien o para mal, son inocuas. No se trata entonces de voluntarismo o entusiasmo, sino de saberes, ética y responsabilidad de los operadores de conflicto y de un adecuado proceso de intervención”.
Los lectores podrán encontrar en este texto señales para nuevos abordajes de las reivindicaciones sociales, las resistencias y las voces alternativas que se articulan enun juego entre saberes, lecturas y experiencias que acaban complejizando las intervenciones en el territorio, con el propósito de construir sociedades, ciudades y territorios justos, inclusivos e integrados.