Más de mil personas, en su mayoría inmigrantes ilegales, estarían trabajando en “condiciones infrahumanas”; en Buenos Aires, según estimaciones de la Defensoría del Pueblo publicadas ayer por el diario bonaerense Clarín.
Estas condiciones fueron detectadas también por la Dirección General Impositiva (DGI) en el marco de operativos realizados la semana pasada por presunta evasión impositiva, en 81 talleres del barrio capitalino (oeste) de Bajo Flores en una zona que se conoce como el Coreatown. Según comprobaron los agentes impositivos que se hicieron pasar por desocupados que pedían trabajo, en estos talleres textiles se ofrece trabajo en negro por 400 pesos (igual en dólares) mensuales pero luego sólo cobran entre 3 y 5 pesos diarios.
Asimismo, algunos duermen sobre las mesas de costura o por el sistema de “cama caliente”, por el cual los talleres están abiertos las 24 horas, y los trabajadores se turnan para dormir por cinco horas.
El ómbudsman adjunto de la ciudad de Buenos Aires, Alejandro Nató, admitió que “no hay censo sobre el trabajo esclavo en la ciudad, pero estimamos que más de 1000 personas trabajan en condiciones infrahumanas”. Aseguró además que en 1999 recibió 60 denuncias de inmigrantes que soportaron estafas, burlas, golpes y atropellos de sus empleadores. Los denunciantes dijeron que durante meses trabajaron por 15 horas diarias sin ver el sol, durmieron amontonados en piezas en las mismas fábricas, comieron menús cercanos a los desperdicios, se bañaron con agua fría en invierno y muchas veces al dejar el lugar ni siquiera recibieron la paga prometida.
Casi todos trabajaban para patrones de distinto origen como coreanos, bolivianos y argentinos, en talleres de costura u obras en construcción. En su mayoría son extranjeros, inmigrantes indocumentados, que suelen evitar presentarse ante la Justicia por temor a ser deportados, según un juez que prefirió el anonimato.
Fuente: http://m.panamaamerica.com.pa/node/34694